He vivido en Nosara toda mi vida, me encanta estar rodeado de las personas del pueblo que conozco desde niño y estar en contacto con gente nueva también aprendiendo de ellos. Un grupo de la zona que me gustaría impactar positivamente son los niños y niñas con altos índices de pobreza, creo que la idea de un centro recreativo que les abra las puertas hacia actividades distintas a las que conocen podría contribuir a que se mantengan alejados de las drogas y otras problemáticas sociales.
Por un tiempo me estuve dedicando a vender productos biodegradables, utilizaba una parte de las ganancias para comprar bolsas de basura y mantener limpio los alrededores de Nosara lamentablemente este negocio no prosperó por lo cual no pude continuar.
Mi negocio actual “El chinamito de Mario” lo empecé mentalmente hace varios años pero fué hasta hace cinco meses que lo llevé a cabo, quería crear un restaurante con un concepto diferente al que hay aquí: comida típicas a la leña. Al inicio encontré varios obstáculos como encontrar la localización del restaurante, permisos, transporte de equipo aun así nunca me di por vencido, siempre hay obstáculos, con fe en Dios, actitud positiva y creyendo en uno mismo se sale adelante. Mi objetivo es hacer de este lugar un sitio accesible tanto para turistas extranjeros como nacionales y que se lleven esa espinita de “qué rico”.